Poema 89 / Soneto 3

Ambos sentían que sus almas se llenaban
de aquello grande y bello llamado amor,
pero tenían miedo y por ahora se frenaban
por miedo a pasar de una ilusión al dolor.

La confusión los invadía, aún hoy amigos,
sería lo mejor por ahora, así lo pensaban,
mas ambos pensaban pronto en ser testigos,
de un amor al que se lento se acercaban.

Ilusionados los dos, pero siempre reservados,
aún sin la idea que ya estaban enamorados,
por el miedo de perder esa bella ilusión.

Muy lento descubrieron lo que los dos sentían,
y que podían ser aquello que tanto querían,
y murió el miedo, la ansiedad y la confusión.

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