Ladrón

Hoy, declaro contra mí mismo,
y no me importa que me culpen,
me declaro ladrón con todo cinismo
y no quiero ni pido que me disculpen.

Sí, ladrón, ladrón que robó de tus ojos
la poesía que desde siempre he escrito,
ladrón que en sueños robó tus labios rojos,
para besarlos aunque todo fuera un mito.

Ladrón que se robó de tu cuerpo la silueta,
para soñarte mía en una noche de soledad,
aunque sea en mi mente, breve, escueta,
pero mía al fin, en la fantasía, en mi intimidad

Y acúsame, condéname, ya no me importa,
soy culpable, mi delito es robo agravado,
acúsame, que de mi carcel abriré la puerta,
y reincidiré en mi delito de robarte desesperado.

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