La luna brillante y blanquecina,
lo inspiró a pensar en aquella,
la mujer tan lejana y tan vecina,
la que una vez fue su estrella.

El destino la ilusión le ha robado,
solo le queda del todo olvidarla,
ella, por quien la vida hubiese dado.
Hoy de su mente intenta eliminarla.

Intentó escribir tristes  versos,
para desahogar su profundo dolor,
la ilusión en la que estuvieron inmersos,
que nunca pudo terminar en amor.

Se rindió ante el intento de olvidarla,
el viento y la lluvia traen recuerdos nocturnos,
no la olvidará, al menos intentará superarla
y sufrir esas noches, esos momentos taciturnos.

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