Poema 80


Se enamoró perdida y tiernamente de ella,
como niño del mejor y más preciado juguete,
soñaba con su amor, con la risa más bella,
con la mujer que hoy en su mente se mete.

¿Sabrá ella del amor que él sentía al hablarle?
La duda lo acompañaba cada vez que se miraban,
cada vez que se encontraban, él temía confesarle,
que  sus pensamientos en ella ahora se concentraban.

Se enamoró más de aquella mujer, de la hermosa,
de la que él aseguraba que era demasiada mujer,
para un tonto como él. La veía como piedra preciosa,
como ilusión imposible que solo su mente puede tejer.

Y murió con la esperanza, de que su sueño se cumpliera,
de que ella le demostrara con un solo gesto, una mirada,
que su ilusión de amarla tan solo un momento se cumpliera,
mas nunca lo vio realizado, murió su joven mente inspirada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“Porcentajes”

"Propuestas sabor cereza"