Muchacha del andén

Nadie sabe por qué razón ella llora,
llora temprano en el andén,
el viejo tren se aleja imparable,
el margen de sus ojos claros se enrojece,
y una lágrima transparente quiere salir.

¿Llora por un amor que se fue?
¿O quizá un hijo que se despide?
Nadie lo sabe, pero sus mejillas jóvenes,
impecables lloran mirando al viejo tren.

Su rostro desconsolado se deja ver,
entre su bufanda y su sombrero negro,
nadie sabe por qué llora la muchacha,
nadie sabe cómo intentar consolarla.

El tren se aleja y el sol se alza imponente,
la muchacha sentada no deja de llorar,
nadie sabe por qué, pero su rostro mojado,
sus mejillas enrojecidas y su piel blanca,
entristecen toda la estación…
La gente pasa indiferente,
ella con su cabeza a medio alzar, llora…
El tren se fue…
Nadie sabe por qué razón ella llora.

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