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“codicia”

La codicio a veces, como niño que codicia  el juguete más preciado de otro niño, La codicio como la fruta madura del árbol que está cercado con mallas. La codicio como todo lo que es ajeno, porque tiene un dueño que no la merece. La codicio porque estando conmigo viviría mil veces mejor que con él. La codicio para triplicarle el cariño que no recibe de quien la acompaña. La codicio para llenarla de besos, pero besos con tres veces más cariño La codicio tanto que voy a pelear por ella aún sabiendo que llevo las de perder. La codicio porque no importa lo que cueste, La codicio porque vale la pena tener una mujer así.

"A thief" (Ladrón, versión en inglés)

Today, I declare against myself, and doesn't matter if i'm guilty, I declare myself as a thief with cinism, and i don't want to apologize. Yes, a thief that stole from your eyes the poetry that i have written. A thief that in dreams stole your red lips to kiss them even though everything was a myth A thief that stole your body's silhouette, to dream with you in a lonely night, at least only in my mind, brief, just for a while, but mine at the end, in the fantasy, in my privacy, And accuse me, condemn me, i don't care, i am guilty, my crime is aggravated robbery, accuse me, that in my jail i'll open the door, and i will relapse in my desperate crime of stole you.

Reconstrucción

Se acabó como todo aquello que no es eterno. Se le acabó como al sol se le acaba el día, como  a un niño se le acaba la inocencia. Se le quedó sin hojas aquel otrora frondoso naranjo. Solo quedan naranjas podridas llamadas hoy recuerdos. Ahora huele a fruta podrida en el suelo… Se fue aquello que construyó, como se dinamita un edificio viejo, Ya aunque quiera, no hay derecho a más, no se puede volver a lo que va a terminar igual. Pala y escoba llenas de actitud para recoger el corazón hecho trizas una vez más. A  limpiar los muebles y ordenar los cuartos de la pequeña casita del alma para recibir con cariño al próximo huésped.

Mi pequeño planeta

En los andares de mi pequeño planeta, existen puentes que, con solo observarlos da miedo cruzarlos, solo quienes tuvieron la actitud necesaria los atravesaron sin ningún problema. En mi pequeño planeta, el rival más grande que tengo que superar soy yo mismo. Existe una escalera cuyo último peldaño cada final de año se cae en un abismo de lava y fuego, si no logro superar a mi rival del año anterior me quemaré junto con el último peldaño de la escalera de mis metas. En mi pequeño planeta hay una rosa que nunca se marchita, con muchas espinas, que ha llevado golpes y cuyos pétalos han caído, pero golpeada por amores no correspondidos, está viva, dañada pero con ganas de volver a florecer. En mi pequeño planeta habían deprimentes letreros que decían NO, los he sustituido por unos coloridos SÍ, porque solo así iba a lograr algo en la vida. En mi pequeño planeta siempre hay luna llena, hay árboles perennes y si alguien se va o huye de él, solo lo dejo que pruebe en otros

Sin rumbo

De sentimientos no se hable, mucho menos de amor, desde el principio así lo buscaste, mas te encontraste con alguien distinto. Querías cual colibrí acercarte a la flor y huir, cobarde instinto que dura unos minutos. Querías ser casual como flor de caducifolio, mas encontraste un árbol perenne y con hojas. Buscabas una relación hueca como un bambú, de entrar y salir sin culpas en el bosque del deseo. Buscabas vaciar de odio tu corazón podrido, mas no fui uno más que cayó en tu tentación. Habrá muchos hombres perdidos y cobardes que abordaran tu tren de instintos, pensaste que yo era un pasajero más, pero yo no me subo en trenes que no van a ningún lado.

Tu reino de letras

No soy dueño de castillos ni soy rey, tampoco soy príncipe cabalgando por praderas. No llego siquiera a bufón. Sólo tengo unas hojas y un bolígrafo negro. No tengo amplios terrenos ni soy dueño de poblados, tampoco soy un terrateniente que subyuga campesinos. No llego siquiera a poblador promedio. Sólo tengo unas hojas y un bolígrafo negro. No soy amigo de las mentiras ni soy mentiroso, tampoco soy aquel que crea castillos de naipes para una mujer, No llego siquiera a ocultar verdades. Sólo tengo unas hojas y un bolígrafo negro. Soy más bien amigo de los versos y a veces rimador, también soy aquel que con pocas letras puede decir mucho. Con ello, puedes ser dueña, reina y princesa en minutos Tengo unas hojas de papel para crearte un sólido castillo de letras, tengo un bolígrafo negro para crearte un mundo de poesía.

“Cómplices”

Los reinos de la noche otra vez, el silencio es como siempre amo y señor, y yo, como súbdito poeta me dispongo a escribir… Hay complicidad en nuestras miradas de sábado en la noche. Hay arte en nuestras manos, las mías menos jóvenes que las tuyas. Hay silencio en nuestras manos, negro en tus ropas y apego en tus recuerdos. Hay malos tratos en tu pasado y soledades en el mío. Una extraña complicidad que nos arrastra al mismo abismo. Hay mucho texto en tus palabras y mi oído paciente escucha atento. Hay complicidades que comienzan a envolvernos como el verde de una enredadera. Este joven sapiosexual percibe en ella sabiduría. Cómplices como caminantes iluminados en la noche, ocultos como las claves que contienen estos versos, cómplices que se hablan y se abren sin ningún reproche…

Ella

Ella es hermosa, dueña y creadora de instintos, tentadora de amores temporales, sucios y vanos, enamorada de momentos y sensaciones cortas, de cabello grueso y cejas maldosas… Ella puede derrocar cualquier reina en una noche, usando el caballo de Troya  de sus caderas y su rostro. Ella puede ser como una vasija vacía, hermosa por fuera y tan vacía por dentro… Ella puede inspirar odio y amor al mismo tiempo, puede volar como abeja sobre flores ajenas. Puede despertar instintos donde estos parecían muertos. Ella puede derribar fronteras y hacerse con países enteros… Ella puede ser reina de castillos de naipes, puede estar tan llena por dentro como un tronco de bambú. Ella no sabe que la carne es tan débil como el instinto, y que puede traicionar y mentir como lo hace un hombre.

Lo que no sabes

He estado tanto tiempo viendo hojas caer, que me he aburrido de irme secando, lo que no sabes, es que soy un árbol caducifolio y que puedo florecer aún sin ti. He estado en tus verdes campos, que se fueron secando con el tiempo, lo que no sabes, es que puedo ser un cactus, y que puedo sobrevivir en el peor desierto. He estado en la calma brisa de tus labios, que se tornaron en tormenta cuando te marchaste, lo que no sabes, es que después de la lluvia hay un arcoíris, y puedo ser el buen tiempo de la mañana siguiente. He estado loco por amor, loco por ti, he sido hombre, complemento, tu bastón y tu esclavo, lo que no sabes, es que puedo llegar a cambiar de manicomio, y este loco puede llegar a caminar de la mano con otra loca.

Ladrón

Hoy, declaro contra mí mismo, y no me importa que me culpen, me declaro ladrón con todo cinismo y no quiero ni pido que me disculpen. Sí, ladrón, ladrón que robó de tus ojos la poesía que desde siempre he escrito, ladrón que en sueños robó tus labios rojos, para besarlos aunque todo fuera un mito. Ladrón que se robó de tu cuerpo la silueta, para soñarte mía en una noche de soledad, aunque sea en mi mente, breve, escueta, pero mía al fin, en la fantasía, en mi intimidad Y acúsame, condéname, ya no me importa, soy culpable, mi delito es robo agravado, acúsame, que de mi carcel abriré la puerta, y reincidiré en mi delito de robarte desesperado.

Sensaciones

Esta noche, aunque no tengo sed, sigo bebiendo el alcohol de tus besos, embriagando la noche y la madrugada. Aunque no tengo sed, te bebo. Esta noche, aunque no tengo hambre, quiero comer cada pedazo de tu corazón roto, digiriendo el amargo sabor de tus viejos errores. Aunque no tengo hambre, ingiero tus errores. Esta noche, aunque no tengo miedos, quiero sentir el miedo al arriesgarme contigo, de salir agarrados de mucho más que la mano. Aunque no tengo miedo, quiero arriesgarme contigo. Esta noche, aunque no tengo frío, quiero fundir mi espera en un abrazo donde se abracen mucho más que dos cuerpos. Aunque no tengo frío, quiero abrazarme contigo. Esta noche, aunque tengo ganas de vivir, quiero morir y pausar el espacio-tiempo contigo, en un eterno amanecer en esta cama llena de nosotros. Aunque tengo ganas de vivir, quiero morir contigo.

Corazón antisistema

Me reclama la sociedad mis mejores años, pregunta incómoda y persistente, ¿Por qué no tienes pareja? No hay dogmas ni pautas, no hay obligaciones ni deberes, hay una vida por delante, he decidido vivirla solo. No quiero seguir reglas ni a masas, quiero construirme y pulirme, nadie vive en mis zapatos más que yo… No ansío regresos ni espero nuevas cosas, no tengo compromisos ni voy a adquirirlos, sé que en la calle mujeres se vende el querer, pero el corazón no camina por esas calles. Hay mil manzanas hermosas y maduras en el árbol, pero mi apetito está reducido a cero, hay fáciles ofertas todos los días, pero este cliente está dispuesto a no comprar. Hay tentaciones en el supermercado, pero no tengo interés  en ninguna, hay mucha variedad en las carnicerías, pero este corazón es vegetariano.

“Porcentajes”

Él sólo esperaba un complemento, alguien que le diera ese cincuenta por ciento y lo sumara con el cincuenta que él tenía. Él buscaba un veinticinco por ciento de confianza, un veinticinco por ciento de comunicación, un veinticinco por ciento de amor, y veinticinco por ciento de deseo. Comprendió que estaba setenta por ciento equivocado, comprendió que para amar, tenía que dar quizá un treinta por ciento de lo que dio cuando amó sin ser correspondido Cuando escribió sobre el amor, comprendió que las mitades se hacen una sola, que dos cuerpos se pueden fundir en un abrazo y que cada estrofa de su poema, sumaba exactamente, cien por ciento.

“Muñeca rota”

Ella pensaba que era la princesa a la espera del príncipe sobre un caballo galopante, se creía una muñeca de porcelana, dueña solo de historias hermosas de amor. Pronto se halló tan sola como el hombre que creía su novio, tan manipulada por un sentimiento que ella sola creó, pronto se convirtió en títere sumiso, se convirtió en una pobre muñeca rota. Hermosa, radiante y bella víctima de ella misma por ignorar a los buenos hombres por el simple hecho de ser buenos, hoy vive bajo insultos y sentimientos forzados, se convirtió en una muñeca rota. Pudiendo ser libre, feliz y soberana, se dejó dominar por un ser vacío que no era ni una pizca de lo que ella merecía, vacía, dependiente y sumisa, víctima no de la basura de ser que se hacía pasar por su novio, sino víctima de ella misma… Una pobre muñeca rota… Yo quiero que ensambles tu cuerpo y seas muñeca nueva. Yo te invito a ser tuya y no de él… 

“La flor de las dudas”

Quiero escribir pero no sé sobre qué, como un perro que a la nada ladra en la madrugada, quiero decir algo pero no sé qué es, sé que tengo un rumbo, pero no sé hacia dónde, sé que hoy emanará otra vez la flor de las dudas. El lápiz con tinta hace florecer la rosa de papel, cuyas espinas filosas vienen dadas por estos versos, un tallo verde de dudas inmensas sostiene pétalos que caen, el sol de la soledad reseca la poca frescura de la flor de las dudas. La oscuridad de la noche agrega un rocío taciturno. La flor de las dudas se tiñe de mórbidos matices, la luz de la luna agrega una misticidad clandestina, La flor de las dudas se abre y piensa, como un cerebro perdido. La flor de las dudas no sabe si se secará, no sabe si será roja de nuevo con la luz del sol de la mañana. La flor de las dudas está llena de dudas, La flor de las dudas pierde uno a uno sus pétalos…

“Confesiones”

Hoy, noche fría y la cabeza golpeando, advirtiéndome que no he descansado bien. Han llovido tantas cosas nuevas, tanto qué pensar, que ni siquiera sé en qué concentrarme. Y todo aquel que me rodea me felicita, cree que vivo feliz y que soy próspero, me sugiere planes, me aconseja qué hacer con el dinero, pero ninguno de ellos vive en mis zapatos… No es fácil perder a quienes me acompañaron tantos años, es bueno conocer personas nuevas, pero es duro olvidar. No es fácil intercambiar ratos de felicidad con tristezas profundas, ¿De qué vale el dinero a montones cuando se vive así? Mientras mi alma siga tomando como reposo mi cuerpo, tendré que montarme en el aburrido tren del sistema, tendré que viajar en los vagones de la monotonía y entregarle mi vida y lo que sé a quienes manejan ese tren. La soledad como un monstruo se aproxima, cambios en todo sentido que me confunden, soy un árbol que no sabe si dejar caer sus hojas o florecer, un reloj sin manecillas, un j

Solo así podremos llamarlo amor

Sólo cuando el físico haya pasado de ser atracción a costumbre, solo cuando entre los silencios haya palabras que solo los dos entendamos, solo así podremos llamarlo amor. Sólo cuando ya estén anulados los celos, los miedos y el deseo sea sentimiento, sólo cuando nuestros cuerpos nos sean indiferentes, solo así podremos llamarlo amor. Sólo cuando nos sintamos seguros de que el camino se hace más fácil entre dos, sólo cuando sintamos que somos una sola carne, solo así podremos llamarlo amor. Sólo cuando mis arenas y tu mar se besen, sólo cuando nuestras mitades formen la luna, sólo cuando tu día y mi noche nos completen, sólo cuando mi tinta y mis versos besen tu papel, sólo así podremos llamarlo amor

Se busca

Se busca mujer con alma de niña, libre, amante de la lectura y la poesía. Se busca mujer anticuada y enamorada. Se busca mujer que tenga un poco de loca, con quien se pueda conversar profundamente y a la vez bromear como niños. Se busca mujer que desafíe estereotipos y prejuicios, que viva por sí misma y quiera compartir su éxito. Se busca mujer que sepa lo que es haber luchado en la vida. Se busca la pieza que encaje en mi extraño rompecabezas, se busca alguien tan o más complejo de lo que soy yo, se busca alguien extraño, se busca la mujer de mi vida.

Los Vendedores

En las polvorientas calles de la vida, suelen existir a la orilla del camino buenos y malos vendedores; En la calle del deseo se vende barato y vacío el amor. En la calle de los engaños mueren engañados los vendedores. En la calle de las decepciones se alquilan consuelos. En la calle de la sabiduría se venden semillas  de conocimiento. Y en la calle del miedo no se vende superación. En la calle de las letras se venden poemas. En la calle amistad se regalan amigos, unos vienen podridos por dentro, otros son lo mejor de tu vida. En la calle apariencias se venden artilugios, ropas, pelucas de lujo y se regalan disfraces sociales. Y en la calle prejuicios no hay vendedores por su mala fama. En la calle mentiras los vendedores se mienten a sí mismos. En la calle desamores se venden pastillas contra el sueño. En la calle retroceso se venden sueños inalcanzables. Y en la calle de las ilusiones existe una fuente que solo admite monedas de mentiras. En las confusas call

Pasado

Hay ceniza en los cráteres del volcán que fuimos, volcán que hoy reposa dormido. Hay polvorientas calles en los que hoy son desiertos, desiertos en los que ayer fuimos exuberantes selvas. Aún se yerguen edificios en las ruinas de aquella ciudad, ciudad en la que nos sentimos tan felices tantas noches. Hoy sale un hilito de agua en aquella naciente, naciente en la que fuimos un río de deseos y pasiones. Quedan solo unos cuantos ladrillos del castillo que construimos, castillo en el que tú, cual  Rapunzel, extendiste tu trenza y me atrapaste. Quedan los números y las agujas del reloj, reloj que hoy solo moviéndolo hacia atrás hace que aumente el amor. Hoy, esta noche, queda aquello que como una enredadera cuesta cortar, queda aquello a lo que solo puedo darle la espalda, y aunque seguirá detrás de mí para siempre, hoy le suelo llamar, pasado. 

“Estos versos”

Estas gotas de lluvia vespertinas, estas ventanas que se empañan, estos versos que golpean el cristal, estos recuerdos que golpean el techo, estos años que no dejan de pasar… Esta noche que se humedece, estos ojos que también quieren llover, estos recuerdos que sin querer vienen, estas tazas inocuas de café… Estos amores sin pies ni cabeza, esta dosis de ingenuidad, estos pómulos morados de no dormir, estos teléfonos sin contestar, esta mujer que quiere irse pero no se va…  Estos poemas desesperados, estos juegos de palabras carentes de sentido, estos versos que se niegan a rimar… Estas tierras que no dan cosecha, este miedo que tengo de sembrar otra vez… Esta noche de trova, café y versos, estos remedios caseros plasmados en papel, esta madrugada que entre gotas avanza, esta mujer que cuando parece irse regresa, estos ojos que llorosos se cierran, este cuerpo que parece morirse, pero solo se duerme, estos versos que por obligación mueren aquí…

“Por una cara bonita”

Una cara bonita puede jalar más que la fuerza de mil tractores, puede dañar más que la tala de mil árboles, puede herir más que mil flechas al corazón. Una cara bonita puede cambiar tu personalidad en un instante, puede derribar todas las piezas en un ajedrez, puede quitarle el azar a cualquier juego de azar. Una cara bonita puede engañar más que un político y su discurso, puede mojar lo que estuvo más seco que los desiertos, puede matar lo que estuvo más vivo que la primavera. Una cara bonita puede hacer que mil hombres pierdan toda razón, por una cara bonita puedes ser el hombre más feliz, o puedes sentirte el más desdichado perdedor. Por una cara bonita puedes descubrir qué es un engaño, puedes descubrir qué es una mentira, puedes ganar, puedes perder…

La señorita de bombín negro

La señorita de bombín negro, cree fervientemente en el amor, en el romance y las relaciones largas, en tiempos donde eso parece anticuado. La señorita de densa y negra cabellera es un libro con letras cifradas, cuyos frustrados amantes no saben nada de criptografía. La señorita de botas altas, tiene oculto un tesoro más allá de su esbelto cuerpo, un laberíntico mapa de sentimientos del que muchos no han podido salir. La señorita que escucha trova tiene una baraja de naipes desordenada, un corazón que colecciona cicatrices, pero un alma dispuesta a abrirse ante aquel que descifre las letras de su libro y salga ileso de su laberinto de sentimientos.

“Ilusiones, sueños y desamores”

Tengo mil Ilusiones alojadas en los hoteles del alma, muchas se marchan sin pagar, y dejan la habitación desordenada. Tengo tantos sueños como amores hay en un motel, que mueren igual de rápido como la falsedad que les desborda. Tengo tantos desamores como espinas tiene una rosa, aunque son desafortunados, gracias a ellos me sé defender. Tengo tantos años como horas tiene el día, tengo ilusiones, sueños y desamores, y eso es lo que en parte llamo vivir.

"Fuimos un día"

Fuimos un día alfareros. Construimos lo nuestro con barro color ilusión, y llenamos la vasija con agua con sabor a besos, y mantuvimos un par de rosas con olor a nosotros. Fuimos un día albañiles. Construimos con ladrillos uno a uno nuestro vínculo, durante noches enteras trabajamos y nos ilusionamos, y pintamos nuestra pared con pintura color corazón. Fuimos un día árboles. Abonando con confianza mutua nuestro crecer diario, dejando caer uno al otro nuestras hojas para sustituirlas por flores, y secándonos mutuamente durante los días de sol incesante. Fuimos un día mar. Hasta el día que decidiste convertirte en arena, te fui visitando con cada ola todos los días, hasta que el viento y la erosión fue alejándote del agua, y ya ni con toda la fuerza de mis olas te pude alcanzar…

Diferencias

Las piezas de tus ideas no encajan con las mías, nuestros recuerdos y cicatrices difieren en demasía, pero los deseos de nuestras almas, parecen complementarse, como piezas de un desordenado rompecabezas. Pueden ser nuestras vidas tan distintas como las cartas de un naipe, pero un sentimiento tan similar nos une, sin saber aún si somos el uno para el otro. Nada nos une, nada nos separa, pero siento ese deseo de conocerte más, y que en cada encuentro conmigo tú te sientas más tú, más tuya, y yo me sienta más yo, más mío, pero al mismo tiempo, yo te sienta más mía y yo me sienta más tuyo. Quizá seamos polos opuestos, quizá entre los dos sumemos mil defectos, o quizá seamos arena y mar, playa y sol, tierra y luna, estrellas y noche… Pero algo sienten nuestras almas, que amén de nuestras mil diferencias, se sobrepone y pide que nos unamos…

Estoy viviendo

Estoy viviendo entre abismos alternados con mares de tranquilidad. Tengo un ángel en mi hombro derecho y un demonio en mi hombro izquierdo. Estoy viviendo entre árboles caducifolios que no saben si florecer o tener hojas. Hay un corazón que blindado se acomoda en las esquinas de los áticos por miedo. Estoy viviendo entre algas y corales del mar turbio y sin olas de mis sueños. Mientras una lágrima de frustración rueda por mis ásperas y blancas mejillas. Estoy viviendo entre hojas de papel, entre versos y gotas de tinta que riman. Me embriago una vez más con poesías sin miedo a la embriaguez de letras, ni a la resaca que me dirá que escriba más.

“El Reloj”

Juntas como las agujas del reloj cuando marcan la medianoche, están mi soledad  y mi nostalgia. La esfera de números apremia, y la noche baña el minutero… El segundero insiste en trémulos pero constantes sonidos idénticos, siempre rutinario, siempre el mismo… Los recuerdos vanos repican cada minuto y las ganas de pensar en ella cada segundo. Inmersas en números del uno al doce, caminan mis noches de mesas, café y letras, sigo tomado por las garras de sus manecillas, que no paran de dar vueltas y jugar con mis recuerdos. A veces deseo soltarme, otras me aferro a esas manecillas, a veces deseo que caminen para atrás, otras veces que caminen más rápido, pero más allá de mis deseos, de mi dolor, sé que ese reloj siempre tendrá el mismo caminar, constante, sin piedad y siempre, siempre hacia adelante.

Mujer

Me gusta la mujer que abraza, que da paz en las tormentas internas que vivo, la que tiene oídos para escuchar lo que me pasa cada día. Me gusta la mujer que sonríe, que mata los estereotipos, que sueña, que se ve hermosa cada uno de sus días. Me gusta la mujer que se independiza, que no vive sometida,  que es de ella y no de nadie más, me gusta la mujer libre. Me gusta la mujer que piensa, que tiene criterio, que aumenta la inteligencia porque sabe que ahí nace la verdadera belleza. Me gusta la mujer que siente, que ama y que conquista con ello. No me basta un par de nalgas ni me conformo con un par de tetas.

“Flor incompleta”

Poco a poco, pétalo por pétalo, se me deshoja la iridiscente flor de la adolescencia, las remembranzas de amores de una tarde, de amores temporales pasan trémulas por mi mente, y nostálgico suelto la última mano de mis años de ensueño. Se niega a soltar las manecillas del reloj del tiempo un niño, el niño que queda en mis adentros y me ordena escribir. Los años envejecen los tejidos de la piel de mis manos, pero hay un jovencito que travieso vive en mi interior. Ya el tren nostálgico que lleva como carga mis años, ha llenado el vagón de la niñez y el de la adolescencia, se ha detenido en la estación de la adultez, y los rieles apuntan a caminos inciertos. He regalado felicidad, adquirido tristeza y alquilado ilusiones en los andares de mi alma. Tengo una flor incompleta, una vida ávida de piezas, un alma fuerte y un corazón remendado. Tengo una mañana soleada y una vocecita que me dice que salga a cumplir sueños.

Remedios

Otra vez plasmaba el ruido de la noche un recuerdo vano e inoportuno… Harto, trato de buscar remedios caseros, pero no existe vacuna contra la melancolía. Duelen las frustraciones, los desengaños, las mariposas muertas en el estómago, sólo busco un remedio para estos males, pero el té de manzanilla no limpia los recuerdos… El olor a ella me revolotea en la habitación, y trae ansias, odio y un poquito de amor, busco ardorosamente la medicina para este mal, pero la sábila no cura una piel erizada. Finalmente y antes de dormir, los malestares degeneran en un dolor en el pecho, un hueco al que le busco cura inmediata, pero no existen pastillas contra el dolor de alma.

El tesoro perdido y el aborigen

Era una de las tantas mañanas en las que Marcial viajaba desde Palmares hasta La Paz de San Ramón a laborar fuertemente en la finca que era de propiedad de su hermano Álvaro, el tiempo estaba muy nublado y brumoso, la lluvia había destrozado el camino al punto de transformarlo en una laguna de fango prácticamente impenetrable por un vehículo. En medio de un fuerte aguacero Miguel Ángel, sobrino de Marcial, impulsaba poco a poco el Land Rover azul que según ellos era un vehículo capaz de penetrar el camino hostil repintado de café oscuro y atiborrado de agua, la poca visibilidad la daban las escobillas que tenuemente limpiaban el parabrisas delantero del vehículo que por tramos se detenía y los tripulantes salían con palas y sachos a limpiar el camino para poder seguir, las piedras sumergidas en fango y agua se convertían en enemigos del Land Rover pues algunas tenían la altura suficiente para volcar el automotor, pero el ingenio de Miguel Ángel al volante logró llevar a

La luz nocturna

Era una tarde soleada de verano en Zaragoza de Palmares, el viento sacudía suavemente los árboles de guaba y las matas de plátano y banano, así como también las plantaciones de café caturra que Rafael podaba como parte del tratamiento que se le da a estas plantas en el mes de febrero. En horas vespertinas él se recostaba a tomar aire fresco al pie de un gigantesco árbol de Higuerón que lucía imponente en lo más alto de la finca de los González, el crujir de sus ramas y el ruido de las hojas producidos en complicidad con el viento suave de la tarde transformaban el lugar en un apacible espacio para relajarse unos quince minutos mientras tomaba un café hirviente y un pedazo de pan dulce para después proseguir hasta que el sol dejara de iluminar la finca. Una tarde de tantas, terminó la jornada de trabajo en el cafetal y Rafael se marchó hacia su casa de habitación que quedaba justo al lado de la plantación de café de la cual era dueño, cenó tranquilamente a eso de las sie