El vino de la vida
Aprendí que las
palabras
tienen más filo que un cuchillo,
especialmente si son pocas…
Aprendí que las despedidas definitivas
no necesariamente mencionan
la palabra adiós.
Aprendí que puede ser mejor vivir menos
y vivir intensamente
que vivir mucho pero monótonamente
Aprendí que no hay malas ni buenas decisiones
sino solo decisiones,
Uno decide las consecuencias…
Aprendí a beberme la copa de la vida
cada vez con sorbos más pequeños,
sin embriagarme de tragos de impulso.
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