“Profesiones y confusiones”

Una vez más, nado en la disyuntiva
de no saber sobre qué escribir,
un café, una libreta
y un par de pedazos de pan disjuntos
me acompañan.

Si fuera biólogo, escribiría
que me siento extraño,
que mis células solo son eucariotas
si está ella conmigo, hoy son procariotas.
Que mis células solo eran diploides con ella,
hoy son haploides.

Si fuera abogado, escribiría
que no hay contratos que no se rompan,
menos en lo sentimental, que en el amor
no hay asociaciones ni leyes, y si las hubiera,
estarían hechas para prescribir con el tiempo.

Si fuera informático, que lo soy, escribiría
que sin ella mis líneas de código no tienen punto y coma,
que mis operadores lógicos son ahora O y no Y,
que cuando compilo mi mente, la necesito a ella
para que traduzca mi código fuente a binario.


Si fuera pintor, escribiría
que la he pintado tantas veces con palabras,
que hay muchas para las que se debería inventar un color,
que ella es una mezcla perfecta de colores fríos y cálidos,
la cual no podría pintar con acuarelas ni pinceles.

Si fuera matemático, escribiría
que hoy, sin ella, soy solo la raíz cuadrada de mí mismo,
que mis ecuaciones cuadráticas no puedo igualarlas a cero,
que no encuentro curvas en mis funciones exponenciales,
nada calza, nada cuadra…

Si fuera poeta, escribiría,
que le habría encontrado el sentido a estos versos,
quizá lo tenga, quizá no, pero es el ensamblaje
de todo lo que navega en mis accidentadas neuronas,
es lo que siento, lo que siento sin ella…

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