Labios morenos

Tenía una boca gruesa y carnosa,
una piel morena como el dulce de  leche,
unos labios dulces y apretados,
aquella boca que siempre quise besar.

Aquel amor platónico tenía esos labios,
que nunca llegué a besar no sé por qué,
me quedé con los deseos guardados
en el baúl de lo que pudo ser.

Tenía un pequeño lunar
tan cerca del  labio superior
fueron tantas las noches que soñé comerlo,
que aún quedan rastros de humedad en mi boca.

Y es que se le formaba una comisura
en ese labio superior cuando sonreía
que mojaba mis labios con solo verla en una fotografía.
Oh ansiados labios carnosos rojo oscuro.

Esos jóvenes labios tienen cinco años menos que yo,
pero no habrá noche que no me arrepienta
de no haberlos besado…

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