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Mostrando entradas de junio, 2016

Halo ocular

Los miré, parejos, con una lucidez tan joven como ella, eran dos, grandes, abiertos y prestos a escuchar como espejos que nunca se empañan: sus ojos… Reflejaban tanta luz como la que refleja la luna, rebotaba mi rostro en ellos como luz sobre Venus, y reflejan como un oasis el sitio más profundo de su alma. Son claros en tardes de sol y cafés de noche y madrugada, tienen un halo verdoso que circula una laguna de miel. ¡Juro que he visto el firmamento en sus ojos de cristal! Los he visto llorar quizá una o dos veces, los he visto reír, amar, sentir y besar, los he visto decir cosas que la boca no puede, esos son los ojos de ella, esos que sé que serán los mismos por siempre.